Los accidentes cerebro vasculares son, sin duda, la causa más común de incapacidad neurológica en la población adulta. El paciente, la familia y todo el equipo interviniente en la  neurorehabilitación deben determinar juntos las metas para la recuperación basada en una evaluación realista de la salud del paciente. La neurorehabilitación que se lleva a cabo de modo comprensivo y dirigido en un centro especializado, lleva al paciente paralítico de un bajo nivel de funcionamiento a uno alto en un período relativamente corto.

La mejora de la función depende del  ambiente en que se coloca al paciente y de cuánto entrenamiento y motivación dispone para aprender a ser enteramente independiente para el autocuidado y la movilidad. Está demostrado que la iniciación temprana del tratamiento rehabilitador (incluso desde el hospital), influye en una recuperación mayor de la función neurológica, pudiendo tener un nivel altísimo de funcionabilidad contribuyendo de esta forma a aumentar la calidad de vida del paciente.